El precio base de un alquiler depende de su precio de referencia y de la duración del alquiler. A este precio le restamos nuestra tarifa de servicio, y los conductores pagan además los costes adicionales, como por ejemplo, el seguro.
1) Primero, tomamos tu precio de referencia.
Si has establecido precios variables en tu calendario, aplicamos el precio de la fecha en la que comienza el alquiler.
Sin embargo, hay una excepción: para un alquiler corto (1 día o menos) que se distribuye entre 2 días naturales distintos, utilizamos el precio de la fecha que contiene la mayor parte del tiempo de alquiler. Por ejemplo: si el alquiler comienza el viernes a las 23:00 horas y termina el sábado a las 16:00 horas, utilizamos el precio de referencia fijado para ese sábado. Si el alquiler está dividido en dos días naturales, utilizamos por defecto el precio del primer día. Por ejemplo: si el alquiler empieza a las 12h del viernes y termina a las 12h del sábado, utilizamos el precio del viernes.
2) A continuación, tenemos en cuenta la duración del alquiler:
3) Por último, añadimos varios otros costes, como:
4) Después del alquiler, el conductor también paga el kilometraje extra, el combustible o las posibles penalizaciones.
1) Primero, tomamos el precio base calculado en los pasos 1-2 anteriores.
2) Luego, restamos nuestra tarifa de servicio. Este es un porcentaje fijo del precio de alquiler. Puedes encontrarlo en la página de configuración de precios de tu coche.
3) Después del alquiler, añadimos los ajustes o penalizaciones pagados por el conductor. A algunos de ellos les restamos una tasa administrativa, como por ejemplo: el kilometraje extra, las tasas de recarga de carburante (pero no el coste del propio combustible) y ciertas penalizaciones. Más información sobre ajustes y penalizaciones: