Llegar a al aeropuerto de Bruselas, al noroeste de la ciudad, o a la estación de tren central y disponer de un vehículo para visitar el país es la mejor manera de empezar un viaje, y esto es posible gracias al alquiler de coches entre particulares que ofrece la plataforma Getaround.
Lo coches de alquiler disponibles en Getaround cuentan con una amplia variedad, tanta como propietarios hay dispuestos a alquilar su vehículo. El viajero podrá disponer de pequeños Smart y turismos descapotables BMW o Mercedes; de furgonetas, monovolúmenes o minivans para el traslado de grupos o 4x4 para excursiones rurales. Todos estos modelos están asegurados con a todo riesgo por la compañía Allianz y, gracias a que no se incluyen tasas ocultas como sí hacen las agencias de alquiler, los precios son realmente baratos.
Cualquiera de los coches de alquiler permite disfrutar de las magníficas ciudades de este país. Si tienes pensado visitar la capital no puedes perderte el Grand Place, Patrimonio de la Humanidad y que alberga las magníficas "Casas Gremiales" y el Museo de Bruselas. No muy lejos de allí, hay otro lugar muy interesante: la estatua Manekken Pis, mil veces fotografiada por todos los turistas que pasan por ahí a diario. De la capital belga también hay que destacar sus cafés y chocolaterías, la Catedral de San Miguel y San Gúdola y las Galerías Reales Saint Hubert.
Otra ciudad apasionante es Brujas, con calles de cuento y bañada por diversos canales. En esta ciudad también hay edificios de gran interés como la Catedral de San Salvador, varios museos como Choco-Story, para conocer la relación de la ciudad y el chocolate, o un museo en honor a Picasso.
Al sur del país, destaca Charleroi, una ciudad con una oferta cultural interesante. Al sur del río Sambre, los turistas pueden visitar el Museo Bois du Cazier, donde descubrir la importancia industrial que ha tenido el vidrio y el carbón para la ciudad. No muy lejos de allí se encuentra el Castillo de Monceau y en la zona centro, otros museos como el de Bellas Artes y la Plaza de Carlos II, corazón de Charleroi. Otra joya de Bélgica es Gante, a medio camino entre la capital y Brujas. Destaca por tener lugares como el Castillo de Gante; también por los Beaterios Flamencos, pequeñas comunidades religiosas que cuidaban de la gente en la Edad Media; por las casas gremiales muy al estilo de las de Bruselas o por lugares tan curiosos como la calle Werregarensrtaat, donde los grafiteros pueden dar rienda suelta a sus creaciones.
Una última ciudad interesante es Lovaina, que destaca por su arquitectura flamenca y cuyo símbolo principal es el ayuntamiento de la ciudad situado en la Plaza Mayor y donde también se pueden visitar otros edificios del mismo estilo.