Considerado el centro de Europa, una de las mejores formas de conocer Austria es a través del alquiler de coches entre particulares que ofrece Getaround. Si empiezas el viaje en Viena, tendrás la ventaja de poder recoger el vehículo en el mismo aeropuerto de Viena-Schwechat, al suroeste de la ciudad, o en la Estación de tren central, cerca del casco antiguo.
Poder llegar al país alpino y disponer de un coche al minuto, lo facilita todo. La plataforma Getaround pone a disposición de los viajeros una amplia variedad de vehículos que se adaptan a cualquier tipo de viaje: minibus, minivan y furgonetas de marcas como Mercedes o SEAT para escapadas en familia o transporte de equipos de empresa; vehículos pequeños como Smart para parejas, o hasta camionetas 4x4 para visitar zonas rurales. Un amplio repertorio con unos precios muy baratos ya que las tarifas no incluyen precios ocultos ni bloqueos en las tarjetas de crédito como sí ocurre en agencias de alquiler tradicionales. En cuanto a la seguridad, tanto propietario como conductor pueden estar tranquilos ya que la cobertura que Getaround tiene es a todo riesgo con la compañía Allianz.
Pese a ser un país pequeño, Austria cuenta con un variado número de pueblos de gran interés y zonas naturales. Viena, por ser capital y una ciudad con mucha historia, puede ser el primer lugar para conocer. En esta población, hay palacios de cuento como el Schönbrunn, residencia veraniega de Sissi emperatriz, además se encuentra cerca el zoo, ideal para ir con niños. En el centro histórico, hay otros lugares como la Catedral de San Esteban, construida en época medieval; el Burgtheater, uno de los teatros más famosos del mundo; el Palacio Imperial de Hofburg y sus grandes jardines o los paseos por el río Danubio.
Además de la capital, hay otras ciudades que anualmente son las más visitadas como Salzburgo, lugar de nacimiento de Mozart y otros lugares de interés como los jardines de Mirabell de Salzburgo, el casco antiguo y Patrimonio de la Humanidad o la famosa fortaleza de Hohensalzburg, que se empezó a construir en el siglo XI.
Entre Viena y Salzburgo, a la ribera del Danubio, hay dos pequeñas poblaciones muy visitadas. Una de ellas es Melk, famosa por su antigua abadía que alberga una biblioteca de más de 80.000 libros. Y la otra es Mauthausen, que ha pasado a la historia por el campo de concentración nazi que hoy es un memorial en honor a las víctimas.
Más allá de Salzburgo, al oeste, una población muy turística es Wattens, la cual recibe multitud de visitantes debido al Museo Swarovski, donde se encuentra una colección de piezas de cristal única en el mundo.